viernes, 3 de abril de 2015

Héroes del 7 de julio de 1822


En aquellos días, los batallones de la Guardia Real deseaban la vuelta al régimen absolutista y la derrota de la Constitución, animados por el propio rey Fernando VII.

Varios fueron los indicios de este hecho, como por ejemplo varios atropellos contra el pueblo y finalmente el día 30 de junio con el asesinato de Landáburu. A los pocos días, varios batallones se declararon en rebeldía, marchando con armas hacia el Real Sitio del Pardo, de donde volvieron el día 6 de julio con la intención de proclamar al Rey.

Descubierto el intento de golpe de estado, la Milicia nacional entró en combate en los callejones de Boteros y de la Amargura (actualmente 7 de julio). La victoria cayó del lado de las tropas de la Constitución.

El Rey quedaba en difícil situación tras su apoyo a los rebeldes y dicen que desde un balcón de su Palacio mandaba perseguir a los batallones de su guardia al grito de: ¡A ellos! ¡A ellos!, demostrando una gran cobardía y bajeza.

La jornada del 7 de julio de 1822 pasa a la historía política española, no por la duración de la batalla ni por la sangre derramada, sino por la naturaleza de la conspiración y el heroismo con el que rechazada.

En memoria de estos valientes, el Municipio de Madrid dió a la calle de la Amargura el nombre que hoy ostenta y se colocó sobre el arco de entrada a la Plaza Mayor una lápida de mármol blanco con la inscripción: A los héroes del 7 de Julio de 1822

Texto basado en la publicación Blanco y Negro.


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